
Hace unos años, tenía la costumbre de hacer una lista de tareas kilométrica. Seguro que te suena: apuntaba TODO lo que quería lograr en el día, desde responder correos pendientes, hasta limpiar el armario, escribir un post, salir a hacer deporte… El resultado era siempre el mismo: terminaba el día agotada, frustrada y con la mitad de cosas sin tachar.
Lo peor no era no hacerlo todo, sino esa sensación de que siempre iba atrasada. Como si no importara cuánto me esforzara, mi lista de pendientes seguía creciendo como una bola de nieve imparable.
Un día, leyendo sobre productividad (y después de probar técnicas como el método Pomodoro, que también recomiendo en el artículo de mi blog La Técnica Pomodoro: cómo usarla para trabajar con calma y sin estrés), descubrí algo que cambió mi manera de organizarme: la lista de 3 tareas.
Y sí, suena demasiado simple. Pero precisamente ahí está la magia: menos es más.
Por qué la lista eterna de pendientes no funciona
Nuestro cerebro no está diseñado para manejar 20 prioridades a la vez. Cuando tenemos una lista larguísima, lo que realmente pasa es:
- Entramos en parálisis por análisis → pasamos más tiempo decidiendo qué hacer que haciéndolo.
- Nos castigamos mentalmente → porque es imposible terminarlo todo y sentimos que fracasamos.
- Confundimos actividad con productividad → tachamos cositas fáciles (como responder WhatsApps) solo para sentir que avanzamos, mientras lo importante se queda para mañana… y pasado… y así sucesivamente.
¿Te suena familiar? A mí también. Y por eso la lista de 3 tareas fue como una bocanada de aire fresco.
Cómo funciona la lista de 3 tareas
La idea es tan simple que da miedo: cada mañana eliges solo 3 tareas principales para tu día. No 10, no 7, no “lo que entre”. Solo tres.
Estas tres tareas son tu núcleo esencial. Si logras hacerlas, tu día ya fue productivo, aunque no hicieras nada más.
El truco está en que estas 3 no son cualquier cosa, sino las que de verdad mueven la aguja en tus proyectos, en tu trabajo o incluso en tu vida personal.

Cómo elegir lo esencial (y no volver a llenar tu agenda de ruido)
Aquí va mi fórmula para no equivocarte:
- Pregúntate qué pasaría si solo hicieras esa tarea hoy. ¿Tu día ya valdría la pena? Entonces merece estar en la lista.
- Piensa en impacto, no en urgencia. Una llamada pendiente puede sonar urgente, pero quizá terminar el borrador de tu proyecto tenga más impacto real en tu semana.
- Sé honesta con tu energía. No pongas tres tareas de alto desgaste mental en un mismo día. Combina una grande con dos medianas o pequeñas.
👉 Consejo extra: si aún sientes la necesidad de anotar más cosas, hazlo, pero en una lista secundaria. Esas son las “cosas nice-to-do” que puedes tachar si sobra tiempo, pero que no compiten con tus 3 esenciales.
Mi historia con la lista de 3 tareas
Cuando empecé, me sentía rara. Tenía miedo de “hacer poco”. Pero pronto me di cuenta de algo: esos días en los que realmente me enfocaba en mis 3 grandes tareas, avanzaba más en lo importante que en toda una semana de listas infinitas.
Por ejemplo, cuando lancé mi primer proyecto digital, mi lista diaria tenía más de 15 ítems (entre emails, redes, diseño, planificación, etc.). Nunca sentía que estaba cerca de lograrlo. En cambio, cuando empecé a aplicar la lista de 3 tareas, en un par de semanas había terminado el borrador del proyecto, revisado los detalles y enviado mi primera propuesta.
La diferencia no fue trabajar más… fue trabajar mejor.

Beneficios reales de la lista de 3 tareas
- Enfoque mental → sabes qué es lo importante sin marearte en opciones.
- Menos estrés → dejas de sentir que corres contra un reloj imposible.
- Más logros concretos → al centrarte en lo esencial, avanzas en lo que de verdad importa.
- Motivación diaria → tachar tres cosas significativas es mucho más satisfactorio que tachar diez irrelevantes.
Como dice Greg McKeown en su libro Esencialismo, “si no priorizas tu vida, alguien más lo hará por ti”.
En el mundo de la productividad hay mil métodos: GTD, bullet journal, agendas digitales… Todos tienen su valor. Pero si tuviera que elegir uno para alguien que se siente atrapada en listas eternas, sin duda empezaría con este.
Porque más allá de las herramientas, lo importante es el cambio de mentalidad: aceptar que no necesitamos hacerlo todo para sentirnos productivas. Solo necesitamos enfocarnos en lo que realmente mueve nuestra vida hacia donde queremos.
Una herramienta para ponerlo en práctica
Te confieso que al principio me costaba. Seguía cayendo en la tentación de apuntar demasiadas cosas. Por eso diseñé mi propio Diario de Productividad Consciente, un espacio donde cada día tienes un apartado diario para tu lista de 3 tareas, además de reflexiones y seguimiento semanal.
Es como tener una amiga que te recuerda: “oye, menos es más, céntrate en lo que importa”.
Si quieres probarlo, lo tienes disponible aquí 👉 Mi Diario de Productividad Consciente.
Un reto para empezar hoy
Te invito a unirte gratis a mi Reto gratis Vibra Interior: 7 Días de Calma y Claridad. Durante una semana, cada día recibirás un ejercicio sencillo para aplicar la filosofía de menos es más en tu rutina.
Es gratis, divertido y puede ser el primer paso para liberarte de la lista interminable de pendientes.
👉 Únete al reto y empieza hoy mismo a transformar tu forma de trabajar.
✨ Recuerda: productividad no es hacer más, es hacer mejor. Y a veces, solo necesitas tres cosas para tener un día redondo.